Sortilegio De Amor

Isabel

Todo tiene un inicio no todos los inicios suelen ser lo que se esperaban, justo esta historia inicia en el universo de Jade en el Año 1 del siglo 2 después de la gran guerra, en el mundo principal llamado Alarana siendo uno de los más grandes y peculiares este mundo está formado por siete grandes continentes que se encuentran divididos en diferentes dimensiones dentro del mismo mundo, nuestra historia da inicio en el continente de Godwana y para ser más específico al reino de Nozomi.

Nozomi era un Reino que estaba enfocado más en la Alquimia y la tecnología, un imperio donde la tecnología y la magia se han mesclado a tal punto de crear un imperio por mucho superior a otros dentro del continente donde se desarrolla.

A pesar de todo este reino se desarrollaba en una sociedad con muchos problemas tanto de igualdad, y elitista, la discriminación no es solo el único problema, en este lugar se lleva la religión con tal extremo teniendo incluso un ejército el cual tiene la facultad de detener a las personas por acusaciones tan viles e incluso falsas.

En ese reino se divide en 7 grandes señoríos, entre el cual destaca el de Baskerville, este ducado siendo dirigido por el hermano del actual Rey y siendo considerado los colmillos del imperio, este gran ducado es parte de la familia real y es el encargado principal de uno de los territorios más grandes e importantes incluyendo varios Puertos y varias minas de un material importante para la alquimia.

Diego Baskerville es el Actual Duque desde el día de su nacimiento fue comprometido en matrimonio con Isabel Newville, al cumplir solo quince ellos terminaron casándose como se había previsto desde un inicio. Y es que el matrimonio venia del gran emperador del continente, sin embargo entre ellos nunca ha habido amor solo aceptaron por obligación a la corona y con su título.

No obstante las responsabilidades y fuera de todo lo que aparentaban ante la sociedad ninguno de los dos ha sentido el más mínimo sentimiento de amor solo un gran respeto, las cosas darían un vuelco inesperado y es que tanto diego como Isabel conocerían a alguien especial en sus vidas, y es que en aquel lugar había una leyenda en el que se contaba que cada alma había nacido predeterminada a encontrar a su igual, su alama destinada, así que cada alma solo tiene un destino pero encontrarlo es un regalo que solo pocos podrían encontrarlo.

Diego quien nunca creyó aquella leyenda sería el primero en conocer su alma gemela ella era una hermosa mujer que vivía como sirvienta del gran palacio ducal, pero ella guardaba un gran secreto, Ella era una habitante del continente prohibido, a pesar de esto ella no podía negar que su amor por Diego era cada día más grande, cada momento las demostraciones de afecto crecieron hasta que un día ella descubrió que estaba esperando a un hijo.

Ximena era del clan de los Tenshi ella tenía miedo de que se enteraran de su condición pero que podía hacer pronto lo descubrirían y si aparte descubrían su origen ella podría morir a manos del Santo oficio, Diego entonces decidió que se separaría de su esposa y tomaría a Ximena por la ley de las almas gemelas, pero sus deseos no llegarían a efectuarse debido a que Isabel también estaba Embarazada.

Y es que Isabel también había encontrado a su alma gemela pero ella a diferencia de Diego lo mantendría en total secreto, si alguien lo sabía, si por algún error esto se descubriría ella podría morir, el miedo la atormentaba cada día pero debía decir la verdad a Diego, los meses pasados y la fecha del nacimiento llego.

En ese mes Diego tenía que ir como embajador al gran imperio vecino, el imperio de Kairos, en verdad no quería dejar a su amada Ximena sola pero no tenía otra alternativa esto era obra del destino o quizá de alguien más, a las dos semanas de que había partido se dio la noticia de un gran huracán llamado Cesar atacaría el gran puerto, el huracán seria de una categoría de nivel 5 haciendo que las alarmas del puerto se encendieran rápido las personas se prepararon para la llegada de dicho huracán, las casas cercanas al zona portuaria fueron desalojados , solo Ximena y su nana Marón permanecieron en la casa, y no es que no quisieran desalojar aquel lugar más bien Ximena había entrado en labor de parto.

Había comenzado desde hacía horas pero él bebe no daba señas de nacer, lo único que logro hacer la nana fue sellar las puertas y ventanas y rogar que por estar en una zona alta no llegara a ser tan devastador el golpe del huracán.

Un escenario similar se estaba desarrollando el palacio ducal, pues la gran duquesa estaba dando luz a su hijo, era el inicio de dos historias que pronto se volverían de dos hermanos que nacerían a la misma hora y en distintos lugares, dos vidas que pronto iniciaría.

El gran huracán tomo más fuerza azotando al gran puerto las comunicaciones fueron cortadas incluso se detectó la caída de algunos postes de electricidad todo se volvía un caos un llanto en medio de los truenos, ya había nacido la hija de Isabel una niña de cabellos de color celeste y grandes ojos del color del fuego, en verdad aquella pequeña a pesar de todo y de que naciera fuera de tiempo luchaba con todas sus fuerzas sin embargo para Isabel era una mala suerte que aquella criatura fuera una niña, tenía un pánico cuando todo se resolviera cuando el huracán pasara comenzarían hacer las pruebas de ADN entonces se daría cuenta de su terrible pecado.

La duquesa Isabel estaba tan ensimismada en sus pensamientos que no presto atención a la pequeña que luchaba era tan débil que parecía como si con el menor soplo del viento pudiera acabar con su vida la pequeña fue atendida por la nana quien a pesar de todo pudo hacer lo imposible, salvar la delicada vida de la pequeña, y a pesar de todo esa niña luchaba con un llanto que daba entender que estaba luchando, al escuchar aquel llanto Isabel salio de sus pensamientos y con la poca fuerza y voluntad que tenía se levantó su cuerpo estaba muy débil pero la orgullosa mujer no demostró debilidad su nana la detuvo llevándola a donde la bebe descansaba con vos suave le hablo.

— Mi señora mire ella es su hija la ha tenido a pesar de todo y ella ha nacido de usted, es una niña delicada pero cuanto más tiempo pase se volverá una niña fuerte y amable vera que será muy feliz de tener una niña como ella así que no la veas de esa forma.

Isabel giro la vista a la nana y sonrío con amargura no podía entender aquella vieja nana lo que ella estaba pasando el dolor por no poder estar con su alma gemela, el tener presenté que de saberse la verdad de su hija, de su verdadero origen le costaría la vida a ella y a la misma niña.

Pensar que a pesar que no solo ella había fallado en los votos matrimoniales, el solo hecho de que Diego es hombre y Duque no tendrá las mismas consecuencias, ¿acaso solo él tenía derecho a ser feliz?, y en cambio ella solo tenía el dolor de ser la madre de una hija que no podrá conocer a su verdadero padre, que incluso correría su vida peligro debido a la prueba de ADN.

Un suspiro la llevo al pasado a antes de que Diego saliera de viaje a la última discusión que ellos tuvieron, donde ella sabría el destino que correría a su retorno, pero no sabía si eso sería lo mejor como podía evitarlo, debía tener un hijo varón, si era un niño quizá ella podría alegar para evitar la prueba de ADN pero al tener a una niña su destino ya estaba marcado así aquellas palabras que había grabado en su alma las mismas palabras del que era su esposo dijo con gran orgullo las recordó como si volvieran a azotarla con la misma fuerza, un odio comenzaba a crecer en su corazón.

"Flash back"

En una habitación del palacio estaba Isabel tejiendo una manta que sería para su hijo cuando naciera de pronto entro Diego al verla se acercó y dijo con total seriedad.

—Isabel creo que es hora que hablemos, este matrimonio es una gran farsa, tú no me amas y yo nunca voy a poder llegar a sentir nada por ti, en cuanto nazca nuestro hijo, quiero que renuncies a nuestro matrimonio, seré bueno podrás ir a un retiro, tu hermano seguro te podrá escribir como lo hizo con tu hermana ser una monja es un gran honor.

Isabel solo lo vio con grandes ojos, estaba hablando en serio, su destino seria ser una monja, y todo porque él había encontrado a su amada alma gemela no le parecía justo del todo así que hablo con fuerza

—Mi piadoso marido me está dando una gran limosna no cree, mientras tu puedes estar feliz con tu amante —Diego se molestaba por las palabras de su esposa— si tu amante porque eso es una mujerzuela que se entregó a ti a la primera aun sabiendo que eras un hombre casado, bueno eso no me importa, tu no me has amado desde el inicio como has amado a tu destinada no espero amor de tu parte, pero lo que si me molesta es que ahora pretendas que yo me recluya en un convento que conveniente, no te daré el divorcio, —dejando lo que tenía en las manos a un lado continuo— Pero podría pensarlo un poco en darte el divorcio si tu cumples con unas condiciones que dices querido esposo.

Diego se molestó no solo por lo que decía de su alma destinada si no por la arrogancia que demostraba, cuan equivocado estaba, Isabel temblaba muy en lo interior, tenía miedo de sus propias palabras, sin embargo Diego quería su libertad a lo que dijo.

—Así que la Gran Duquesa Isabel tiene un trato para mí, bien estoy dispuesto a escuchar, habla ahora que es lo que quieres, si es posible lo hare solo por mi libertad.

Isabel se puso de pie y camino hasta llegar a su altura aunque por dentro estaba temblando y quería caer de rodillas y pedir piedad para evitar ser despreciada por su hijo ella no lo demostraría jamás en ningún momento, en cambio mantuvo la cabeza siempre en lo alto y su mirada llena de orgullo la mantuvo a lo que dijo.

—Quiero que me des mi libertad, no ser recluida en un convento para un bien de mi esposo, quiero la libertad de buscar a mi destino así como lo has encontrado tú, irme lejos con mi hijo, lejos de tu familia y de tu territorio, no volverás a saber nada de mí y creeme que no me veras al regresar de tu viaje, podrás casarte con esa mujer y yo seré libre.

Diego la observo con odio, en verdad eso no lo podía hacer, como quedaría ante las demás casas ducales como un hombre engañado, entonces sería la burla de todos, solo podía ser como él había planeado no sería el a quien dejaran por su libertad así que dijo con fiereza.

—Acaso planeas solo dejarme en ridículo, que hablen de mí a costa de tu libertinaje, te has equivocado, solo existe un futuro, si tu hijo nace mujer yo podre despreciarte y serás enviada al convento, si nace hombre entonces exigiré que tu título y posición sea revocado y nuestro matrimonio disuelto ya que solicitare que respeten la ley de las almas gemelas, así que sea como sea yo estaré con mi alma gemela, así que piénsalo podrías conservar un poco de dignidad.

Isabel apretó las manos, era tan tonto creer que un hombre letrado y con gran título aun pieza de esa forma pero no podía perder esta batalla y dijo.

—Si tu insistes en que no me darás lo que te solicito, no podrás hacer nada por proteger a tu amante, porque si yo hablo de lo que me enterado ella será ejecutada por el santo oficio así que el que tiene que pensarlo mejor eres tu querido.

Diego se molestó mas pero antes de hacer algo salio con todo el odio del mundo Isabel a casusa de que su cuerpo se relajo estuvo a punto de caer solo siendo detenida por su nana la cual la llevo a la cama, aun temblaba el miedo por su futuro la tenía mal pero que podría hacer solo rogar que un milagro llegara.

«Fin de Flashback»

Ahora viendo a su hija recién nacida, una niña que por su origen podía tener esa apariencia segura seria eliminada en cuanto las pruebas dieran los resultados, no podía salir y solo hablarle a su amado, que injusto era todo, y su corazón se empezaba a llenar de un odio que nunca imagino la nana solo la vio y de pronto escucho una carcajada de su niña una risa más de dolor que de alegría y dijo con esa misma amargura.

—Mirame nana, yo la séptima hija del gran emperador de Kilar ha caído tan bajo para haber tenido una hija que no puede disfrutar de su verdadero padre, si yo llego aceptar el divorcio por parte de Diego estaría condenada a recluirme a un convento, si los demás se enteran de que mi hija no es de mi esposo mi futuro más piadoso seria ser condena la pena de muerte, pero antes vería como matan a mi hija de la peor forma.

Isabel siguió con su dolor la verdad ahora estaban a salvo por la tormenta pero cuando todo vuelva a la cala sus fuerzas la dejaba un poco pero seguía hablando.

—No es gracioso el cómo un hombre tiene el derecho de poder tomar a su amante su destinada pero yo, a pesar de que le encontré no puedo tomar a mi hija y decirle que le amo que hemos tenido una hija, en cambio debo fingir, ante una sociedad en la que vivimos, en donde somos solo una marioneta que es manejada por el gran titiritero y como una buena marioneta lo único que debo hacer ante todos fingir ser la feliz Duquesa así que no dejare que Diego sea el único que pueda ser feliz Acosta de mi vida y libertad

Con ojos de lastima observo a su hija era una niña frágil en apariencia esta pequeña no viviría mucho tiempo su corazón estaba dividido en el amor asía su hija y el profundo odio que estaba naciendo en contra de Diego encontrá de su amante.