- Quiero cambiar de dirección. - dijo Odeth al caminar hacia el chofer asignado por el señor.
- ¿A dónde la llevo? - preguntó el hombre. Antes de que ella reviviera un mensaje, él ya tenía la orden de llevarla donde desee.
- Al hospital. - respondió sin más. Subió al carro con la ayuda del hombre y se pusieron en marchar.
Mientras desplazaban aquellas calles, Odeth empezó a retirar los accesorios de su cuerpo. La grandes gafas que cubrían el verde de sus ojos, la peluca con un cerquillo al frente que no dejaba ver la mitad de su rostro. Y por último, retiró aquel lunar falso que se ubicaba junto a sus labios. Los cabellos naturales florecieron al igual que su esencia, la esencia de Salomé.
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Cuando el vehículo se detuvo
