— Mamá, ¿qué pasó? – preguntó Gor con irritación. Estaba enojado con todo el mundo, porque Misi se fue, no le dio la oportunidad de explicarle, que Alexia no era en absoluto una esposa para él, que no tenían relación desde hacía cuatro años, que no se había divorciado, porque pensaba que nunca podría estar con ella y así al menos su madre estaba tranquila. — ¿Estás molesto con algo, hijo? — preguntó Margarita. — No, se trata de trabajo, — mintió, — Entonces, ¿qué pasó? — Verás, mañana voy al teatro y mi amiga Valentina no puede ir, porque sus nietos llegan de Inglaterra justo mañana por la tarde. ¿Podrías acompañarme? — preguntó. "¡Maldita sea! ¡Lo que me faltaba es ir a ballet en este momento!" — Pensó, pero dijo en voz alta: — ¿Alexia quiere ir contigo? — No, no se siente bien. "