el comienzo de mi historia
12 de octubre de 2005
Guillermo buscaba una niñera para que pudieran cuidar de su hija que tenía apenas 1 año de edad estar en silla de ruedas para él no era nada fácil recordaba con tanto dolor como hace meses su esposa y sus dos hijas habían perdido la vida en ese tsunami de Tailandia él había sido uno de los desaparecidos por tratar de buscar a su familia, pero al verlos flotando su mundo se desmoronó completamente... había regresado de vacaciones que serían las mejores de su vida a un infierno total regreso a España en silla de ruedas desde ese momento se había vuelto alguien que no era... miraba a su hija no tenía ni idea de cómo cuidarla por lo que pensó que lo mejor para ella era una niñera que estuviera de tiempo completo.
Por otro Rafael el padre de Salomé trataba de mantener a flote la empresa en la cual era uno de los socios mayoritarios esa empresa era de ropa los materiales que traían para esas prendas eran de pésima calidad, sin embargo, Salomé buscaba trabajo buscaba sobresalir ella sola sin ayuda de nadie había estudiado lo que su padre quería, pero sin que él se diera cuenta estudiaba pediatría sabía que su padre no estaba de acuerdo, pero ella de todas maneras había elegido estudiar esa carrera que tanto le gustaba buscando incansablemente junto con su amiga Jade quien la ayudaba a buscar un empleo de niñera de planta para conseguir dinero y pagar su carrera.
― Yo creo que debes de dejar esto por la paz, ya buscamos por todos lados y no hay trabajo de niñera ― respondió Jade sobándose la cabeza, por lo que Salomé se quita los lentes que utilizaba para ver mejor las letras.
― Sabes que no me daré por vencida, anda, hay que seguir buscando algún trabajo de niñera, va a aparecer ― dijo Salomé sonriendo un poco, tenía la esperanzas de encontrar ese trabajo como ella quería.
― Está bien, busquemos ― dijo Jade en tono de cansancio, por lo que Salomé continuaba en búsqueda de su trabajo encontrándose con un anuncio de trabajo...
{ Solícita niñera con buena carta de recomendación estudiada con experiencia, informes a este teléfono} decía el anuncio que había visto en el internet.
― Iré a este empleo ― dijo Salomé decidida.
― ¿Estás, segura? Es del señor más rico de este país, se llama Guillermo Altamirano ― dijo Jade un tanto sorprendido por lo que Salomé agarra su bolsa para ir a ese empleo. ― Está bien, solo ten mucha suerte ― hablo Jade tratando de sonreír, ya que decían que la fama de Guillermo era ser prepotente.
― No te preocupes amiga, estoy preparada para ir a ese empleo ― dijo Salomé sonriendo. ― No me esperes iré a ver a mi papá en la noche después de la muerte de mi mamá se ha hecho un tipo solitario ― respondió Salomé un tanto preocupada por su padre.
― Le mandas saludos de mi parte al Señor Alvarado ― respondió Jade con una tenue sonrisa, por lo que Salomé se despide de su amiga.
Al salir de los condominios fue a la casa de Guillermo en busca del trabajo como niñera, al llegar queda realmente sorprendida, ya que la casa era inmensa.
― Dios mío, este señor literalmente nada en billetes ― dijo sorprendida al ver la mansión de Guillermo; Sin embargo, decide no dejarse intimidar ni sorprender por los lujos, aunque por dentro lo estaba, por lo que respira hondo para tocar el timbre respondió el interfono. ― Hola, vengo a la entrevista de trabajo como niñera ― dijo Salomé decidida por lo que las puertas automáticamente se abren, ella entra un tanto tímida a aquella mansión mirando todo a su alrededor, saliendo una de las tantas sirvientas que había en esa casa.
― En un momento el señor Altamirano le atenderá ― dijo María con la mayor seriedad posible.
Salomé asiente y decide esperar sentada en uno de los tantos sillones esperando a que saliera el señor que la iba a atender hasta que después de un rato Guillermo sale en su silla de ruedas mirando a Salomé de pies a cabeza como si la estuviese examinando.
― Pase a mi oficina ahora ― respondió Guillermo yéndose al estudio, por lo que ella pasa con el intento ayudarlo, pero él no se lo permitió. ― Que sea la última vez que usted me ayuda, no quiero que me toque ― hablo Guillermo de una manera muy brusca y despectiva.
― Lo siento ― dijo Salomé un tanto apenada.
― La entrevista es únicamente para que cuide de mi hija de un año, no para que usted me ayude ¿Le queda claro? ― responde Guillermo de una manera despectiva.
― Está bien ― responde Salomé intentando mantener la calma, ya que la actitud de Guillermo era de lo peor.
― Bien, ¿Tiene sus papeles en regla? ― pregunto Guillermo detrás del escritorio.
― Si totalmente estoy estudiando la universidad, que es por internet, puesto que quisiera trabajar de tiempo completo ― dijo Salomé explicando por lo que Guillermo evalúa sus papeles, dándose cuenta de que ella estaba estudiando pediatría, aparte de que tenía otra carrera como administradora de empresas.
― Bueno, en ese caso su trabajo es tuyo, tendrás que mudarte a vivir aquí, ya que mi hija necesita cuidados, puedes retirarte ― dijo Guillermo, por lo que Salomé sonríe, estaba feliz de conseguir un trabajo. ― Si puedes hoy mismo es mejor, la niña no puede estar tanto tiempo sola.
― ¿Hoy mismo? ¿No puede ser mañana? Tengo que organizar algunas cosas ― dijo Salomé intentando convencer a Guillermo, quien era más duro que una roca.
― No tiene que ser este mismo día, solo tiene permitido a recoger sus cosas, su trabajo empieza desde ahora ― dijo Guillermo un tanto exigente, por lo que Salomé acepta el trato, tenía que cuidar este trabajo, sin embargo, no quería que su padre estuviera en completa soledad quería estar con él.
― Está bien con su permiso ― dijo Salomé un tanto entre dientes, por lo que sale de la mansión molesta, mientras que Guillermo se quedaba solo en el estudio sacando la foto de su esposa y de sus hijas acariciando sus rostros cerrando los ojos con fuerza, ya que las lágrimas comenzaban a aproximarse.
― Maldita la hora que me fui de vacaciones si no me hubiera ido nada de esto estuviese pasando ― dijo Guillermo entre sí, pues él se sentía culpable de lo que había sucedido, puesto que el tsunami de Tailandia había marcado su vida de una manera tan trágica. ― Estoy en esta silla de ruedas, mis piernas no responden a nada ¿Por qué Dios? Me has quitado todo lo que yo más quería mi familia, dejándome postrado en esta silla ― dijo Guillermo culpando a Dios por lo que había pasado en esas horrorosas vacaciones.
Por lo que Salomé llama a su amiga, estaba furiosa, una parte estaba feliz por obtener ese empleo que tanto quería, pero por la otra parte el señor Guillermo había sido un tipo antipático.
― Hola amiga, ¿Qué tal el trabajo? ― preguntaba Jade intrigado.
― El tipo es el hombre más antipático que he conocido en la vida ― dijo Salomé molesta. ― Me dieron el trabajo, pero a qué costo si ese hombre se ve que es un patán de primera ― dijo Salomé hablando mal de Guillermo.
― Bueno que dieron tu trabajo, eso es lo más importante ― dijo Jade viendo el lado bueno, por lo que Salomé suspira frustrada.
― Si cuidar de una niña y esperar un infierno por ese tipo ― dijo Salomé yéndose a la empresa de su padre. ― Puedes guardar mis cosas en mi maleta, a hoy mismo tengo que mudarme, tendré que quedarme en esa mansión ― dijo Salomé haciéndole seña al taxista para que la llevara a la empresa, por lo que después de una vuelta más llega a esa empresa.
― Claro que sí cuenta conmigo ― dijo Jade sonriendo por lo que cuelgan la llamada.
Salomé entra a la empresa subiendo al ascensor que la llevaría a la empresa de su padre, al llegar le sonríe a la secretaria, ya que ella se llevaba muy bien con la gente que trabajaba en ese lugar entrando a la oficina viendo a su padre tomar un whisky.
― Hola papa ― dijo Salomé abrazando a su padre que estaba trabajando. ― ¿Qué sucede padre? ― pregunta Salomé un tanto intrigada.
― la empresa está a punto de irse a la quiebra, si no encuentro una solución esto se vendrá abajo ― hablo Rafael alarmando a Salomé justo en el momento que tiene que irse a su nuevo trabajo y hogar.