Fiona seguía desconfiando de Andrew, ella sabía que él era el perro fiel de su majestad, y aunque en el pasado habían coincidido en varios bailes o reuniones, él nunca se había fijado ella.
Fiona sonrió, Andrew quedó sorprendido al ver su hermosa sonrisa y ella le dijo.
__ Piensas que soy tonta, ¿Verdad?
__ Claro que no.
__ Si su majestad es el que te a ordenado que te acerques a mi, será mejor que le digas que no me interesa que nadie me busque pareja, y si no es así, tampoco pierdas tu tiempo no me interesas.
Andrew se sorprendió por lo directa que era Fiona, todas las mujeres siempre mostraban una una fachada perfecta ante él, ninguna expresaba lo que sentía realmente ya que ninguna quería ofenderlo, pero a Fiona eso no parecía importarle decía lo que pensaba y claramente lo estaba
