Benaias. —Tio, a estoy lista. —Wou Keziah. —dejo de atarme las zapatillas para fregarme los ojos, me da risa porque pone una mano en las caderas moviendo los hombros—. No puede ser mas bella princesa, estás preciosa. —¿A busta de velal?. —Siiii, —estiro la mano asi viene, le doy un abrazo sonriendo—. Jamás mentiría mi cielito, eres la niña mas hermosa de todas, bueno, tu, Arlli y Eve, muy preciosas, creo que se robaron toda la preciosura. —¡Ay tio!. —De verdad lo digo. —Bena. —Matias se para en la puerta de mi habitación sonriendo al verla—. ¿A qué hora vuelven?. —Calculo que como las tres, mas o menos después de almorzar, tengo que ir a hacer unas compras asi que pasamos y ahi venimos. —Dale, —se agacha sonriendo cuando Kezi corre hacia él abrazándolo. —No asustes papi, voy y ve