Unos años atrás.
Kalen.
—Hija, párate ahi.
—¿Acá tio?.
—Si princesa, ahí. —con mis tíos y unos tíos de Elias estamos colgando las telas para decorar donde se va a hacer la boda.
—¿CELE, AHÍ?.
—UN POCO MAS ARRIBA. —hago punta de pies en una especie de tarro enorme, pero no llego donde me dice que la ponga la tela.
—Kalen, déjame a mi.
—Si, porque no llego. —miro para todos lados para ver donde me agarro para bajar.
—Ven, agárrate de mis hombros.
—Si, no me dejes caer Benaias.
—Eso nunca preciosa. —pongo las manos en sus hombros incómoda por el preciosa, me inclino un poco y lo miro a la cara—. Estas muy alto, ¿Cómo llegaste?.
—No tengo idea, me da miedo caerme.
—Yo te bajo, agárrate bien. —pone las manos en mi cintura, me alza dándome vértigo porque parece que me voy para adelante.
—AAAAGGGG.
—Dobla las piernas.
—ME CAIGOOOO.
—No, vamos, confía en mi. —me baja riendo—. Listo.
—Crei que me caía.
—Bueno, ahora tu sostenme a mi. —se sube y no sé de donde agarrarlo, lo agarro del muslo riendo—. AAAaajjjj Kalen, ¿justo de ahi?.
—¿Y de dónde sino? ¿De las nalgas?.
—Mmmm, atrevida. —me da un ataque de risa porque hasta mueve las cejas—. BIEN, TIA, DIME HASTA DONDE.
—MAS ARRIBA, SUBE DE A POCO Y TE DIGO. —cuando al fin esta donde quiere lo ata.
—Listo, ahora a bajar.
—Ven, te ayudo.
—¿Me bajas tu?.
—Si, como hiciste tu.
—¿Tu cargándome?.
—Si Benaias, ¿Qué tiene?. —esta de cuclillas sonriendo.
—Que soy el doble que tu Kalen.
—Soy fuerte, no tengo miedo a tu peso.
—Bueno, no voy a probarlo tampoco. —baja de un salto dando un golpe con las manos—. Fácil.
—Que desvergonzado.
—¿Qué son esas palabras que usas?.
—¿Qué palabras?.
—Eso, desvergonzado, hablas como una anciana.
—Que malo, asi habla mi abue. —quedamos parados mirando como acomodan las ultimas cosas—. ¿Conseguiste traje verde?.
—Si, me costó un montón, ¿tu?.
—Si, un vestido verde ajustado y largo me voy a poner, fue un poco difícil porque los verdes claros no me quedaban bien.
—Lo dudo, eres preciosa. —le sonrío cruzada de brazos.
—Bueno, parece que los hijos de Michel son todos unos atrevidos.
—¿Y eso?. —mi tio Guille nos mira demasiado serio.
—Que coqueteas con Kalen sin que te importe que todos estemos aca.
—¿Tendría que importarme?.
—Aaah no, a ti te parto pendejo.
—¿Pero porqué?. —lo miro que se rie divertido, nada de miedo, solo burla y diversión—. ¿Por qué tendría que conquistarla en las sombras? ¿Les gustaría eso?.
—No, pero tampoco tan descarado.
—Pues decídanse porque son medios raros ustedes.
—Ya vas a tener una hija y vas a ver lo que es.
—Ah ya, con Kalen lo vamos a vivir, ¿viste Kale?.
—Yo te parto. —se rie tentado cuando me paro delante de mi tio abrazándolo—. Atrevido que eres.
—No soy atrevido, digo la verdad como me parece, solo eso.
—Ya tio, solo esta bromeando, no es para tanto. —lo miro a Benaias que se rie con ganas—. Vamos tio, vamos a ver si necesitan ayuda.
—Si, porque no te quiero cerca de este pendejo de mierda. —mas se rie Benaias cosa que me da risa tambien.
—Vamos tio.
—Prepárate para la noche bonita, te saco a bailar asi sabes como me muevo. —lo tengo que empujar porque es capas de golpearlo, me da risa porque se enojan mal, hago que me envuelva por los hombros.
—¿Tienes algo con ese pibe?.
—No tio, solo bromea porque ustedes se creen todo.
—No, no es que nos creemos todo, lo vemos, y ese pibe no decía lo que decía en broma, lo decía de verdad.
—¿Tu crees?.
—¡Kalen!.
—¡Ay tio!, ¿Qué tiene?.
—Tiene que vive lejísimo y ni tu te vas a ir para allá ni él se va a venir, ¿Qué relación van a tener asi?.
—Como la que tiene Elu.
—Mmjjjj.
—Tranquilo, que no me mira para nada, no soy su tipo.
—Eres el tipo de cualquier hombre porque eres preciosa, si uno no lo ve que se deje dar por el culo. —me llego a inclinar de la risa—. Y si, si no mira una buena mujer delante de él no vale la pena para nada.
—Pero recién un chico estaba tonteando porque sabe como son y te pusiste loco.
—Y sigues sin creer que de verdad te tiraba honda.
—Ay tio, es famoso, mujeres bellísimas se le acercan, no me va a mirar a mi para nada.
—¿Quién te mira?. —le tapo la boca a mi tio cuando iba a hablar—. Kalen.
—Nada papi, una charla de locos que teníamos con el tio.
—No le creas Lauti, no le creas nada.
—Habla Kalen.
—¡Ay tio!, ¿Qué dices?. —le doy un golpe y se aleja riendo—. Mira lo que haces, ahora este no la corta mas.
—No soy este, soy tu papá.
—¿Acaso lo dudas que se lo tienes que aclarar?. —los miro como se agarran a golpes, es de mentira de parte de mi tio que se rie tentado pero para mi papá es algo que terrible que digan—. Ya ya, que viene mamá ahí.
—Son unos cobardes los dos.
—Porque tu mamá es un ángel caminando en la tierra, mi mamá tambien pero le chifla el moño.
—AAAAAHHHH ABUE, MIRA LO QUEEEMMMM. —me tapa la boca y le doy golpes porque abre gigante los ojos.
—Cierra la boca. —se aleja haciéndose el tonto, viene mi abuela enseguida.
—¿Porqué la tenias asi?.
—Porque dijo que te chifla el moño y no queRIAAAAA... NO QUIERIA QUE TE DIGA ABUE.
—Que bocona.
—Tu le dijiste a mi papá, tu eres el bocón. —entro a la casa riendo y mi papá atras.
—Hija, vamos a casa asi nos cambiamos.
—Si, me tengo que planchar el pelo.
—Vamos entonces asi me das una mano hija, para peinar a tus hermanas.
—Si, vamos entonces o tardamos un montón.
En mi casa soy la primera en bañarme, tenemos dos baños, el personal de mis papás, y el general de todos mis hermanos y hasta de los invitados, aunque no me da asco porque la única visita que tenemos son familia, no recuerdo que venga nadie desconocido ni siquiera que halla entrado algún trabajador de mi papá a la casa, entonces para mi no es problema, aunque hay un medio baño creo que se dice, en el lavadero, es solo inodoro y lava manos, y afuera mi papá hizo el mismo baño que mi abuelo, una ducha al aire libre porque al trabajar con caballos venimos con el olor impregnado que no nos damos cuenta, pero mi mamá si, y no quiere el olor para nada en la casa cosa que la entiendo, se la pasa aca en la casa y sentir ese olor ajeno para ella debe ser feo, y digo ajena porque mi papá es un plomo con ella, no la deja hacer nada que no sean cosas de la casa y sin fuerza, es rarísimo que entre leña por ejemplo, o que mueva los muebles, lo hace mi papá y va al corral solo cuando debe corroborar algun animal, y como yo estoy estudiando lo mismo que mi mamá voy mas seguido y miro con lujo de detalle como trabaja mi mamá aunque ella no es profesional, ella sabe por aprender de mi abuelo que la llevaba, pero mi tio Isaías si es profesional y voy a ayudarlo para aprender mas.
—Bueno, —me miro al espejo sonriendo, comparto mi habitación con mi hermana Duhan, no es una casa grande asi que no queda de otra, Ñawi, Alen y Lane comparten la habitación mas grande, Waira e Ilawe otra porque son nenes ya habitación de mis papás—. Voy a ver si mamá necesita ayuda.
—Seguro para que ayudes a peinar. —salgo con los zapatos en las manos.
—Mami, ya estoy.
—¿Me peinas Kalen?.
—Dale. —Alen viene con unos moños—. ¿Qué te hago?.
—Dos colitas aca arriba, y déjame el flequillo libre.
—Bien.
—YA VAMOS, APURENSEEEEEE. —mi papá viene saliendo de su habitación con los puros pantalones puestos y los zapatos que encima los tiene desabrochados, el pelo húmedo, trae a Ilawe envuelto en una bata con la ropa de él en las manos así lo cambia—. WAIRA VAMOS, MAMÁ YA TE HABLÓ HIJO.
—YA VOOOOYYYY. —termino de peinar a Alen y sigo con Lane asi mi mamá se puede preparar tranquila.
—Por Dios Waira, tanto puedes tardar en bañarte.
—No es mi culpa, estas pibas que se bañaron primero y gastaron toda el agua caliente, me tuve que bañar con agua fría y re poquito salía. —con Alen lo miramos en silencio.
—Bueno, cámbiate rapido. —mi papá le pone crema a Ilawe y despues perfume—. Listo hijo, ya quedaste, quédate sentado hasta que nos vayamos.
—Si papi.
—Papi papi espera. —Ñawi va con los zapatos a la rastra—. Abróchame.
—¿En cuál?.
—En el segundo.
—¿Cómo caminan con estas porquerías?.
—No son porquerías, son divinos. —la mira a Ñawi cuando se carga en sus hombros para sostenerse mientras cambia de pie.
—¿Divinos? Deja de mentir Ñawi que despues tengo que traerte a la rastra.
—Me llevo unas ojotas igual.
—¿Y?, —mi mamá viene con un vestido ajustado hasta la cintura y sale un poco ancho hasta las rodillas, el pecho lo lleva un poco descubierto como jamás la vi y las tiras de los hombros van ajustadas arriba.
—¡Mamaaaaa!.
—¿Qué?. —todos miramos a mi papá que esta con los ojos enormes mirándola.
—Mami, ya quedeeeee, —Waira la mira entera.
—¿Ninguno dice nada?.
—¿Como... —mi papá se para como sorprendido—. ¿Cuándo te lo compraste?.
—Cuando fui con las chicas por zapatos, me convencieron y dije, bueno, no esta de mas probar. —me da risa porque mi papá se toca el pecho y como que se ahoga—. ¿Qué dices Lauti?.
—Bueno, —estira la mano y mi mamá se la da, hace que de una vuelta y todos nos reimos—. Estas preciosa amor, wooouu, no tengo nada más que decir que eres una preciosura Keren. —los miro sonriendo porque mi mamá lo envuelve por la cintura donde mi papá se inclina hacia adelante dándole besos que la hacen reir porque queda inclinada.
—¡Lautiiiii, me vas a tirar!.
—No, te voy a comer preciosa.
—Estamos aca papá.
—Mmmjjj.
—Bueno, querías tener siete hijos amor. —mi papá se rie tentado por el dicho de mi mamá.
—Y quiero otro mas, ya te lo dije.
—Mmmm, mejor te tengo lejito.
—Eso vamos a verlo amor,
—Ay no, déjame porque ya te conozco. —con mis hermanos nos reimos porque mi mamá hace como que tiembla cuando mi papá le dice que tengan otro hijo—. Bien, andando todo mundo que no llegamos.
—Me voy con Kalen.
—Ilawe y Waira van con nosotros, no... —mi papá se pone la camisa mientras le niega a Waira—. No, van a llegar golpeándose y tu hermana tiene que ir atenta, va, agarra tus cosas y vamos. —corro por mi cartera donde pongo mi celular, perfume, una crema de cartera y salimos.
—Listo. —me subo al auto que me regalaron pero fue una farsa como le digo, por
que soy la taxista de todos en la casa, a donde sea y la hora que sea tengo que llevar a mi mamá donde quiera, y llevar a los chicos e ir a buscarlos al colegio—. Bueno, ¿traen todo?.
—Si, dejé todo listo ayer, porque sabia que algo me iba a olvidar.
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