Se podría decir que Gael y Lía estaban muy enamorados tenían dos meses desde que habían empezado a salir, y justo un mes después de aquel paseo por la playa Gael le pidió ser su novia, cosa que aceptó de inmediato. Almorzaban y cenaban juntos, los fines de semana pasaban juntos, y aunque sus besos y caricias eran subidas de tono, aún no habían hecho el amor por primera vez, aunque los dos realmente lo deseaban, por esa razón Gael tenía preparado algo para este fin de semana sería de ensueño para ambos, él haría que fuera muy especial, por lo que decidió llamarla de una vez y así salir de los nervios que tenía. —Hola — dijo Lía algo cortante, cosa que a él le extrañó. —¡Hola cariño!, ¿Estás ocupada? —Amor, perdón no vi quién era, y si, ahora estoy realmente ocupada. —Lía cielo, ¿quién