PV GAEL
—Señor, tenemos un problema muy grande, al parecer le han estado robando dinero.... — quedé por unos momentos en blanco.
—¿Qué dices? ¿Cómo que al parecer me han estado robando dinero? ¿Y cómo es que yo no lo sabía?
—Señor, al parecer Winston sospechaba, por lo que empezó a investigar, hace más de 6 meses que retiran dinero de su cuenta señor, pero la mayoría del tiempo era cuando usted salía de compras con la señorita Thompson, por lo que imaginábamos que las grandes cantidades era lo que usted le compraba a ella, pero ya han habido 3 situaciones donde retiran y usted está aquí en la oficina.
—No puede ser, ¿Cómo es posible? Tiene que ser alguien de mi confianza que me esté engañando.
—Señor, nosotros ya sabemos quién ha sido la persona.
—¿Quién es? — algo me dice que su respuesta no me va a gustar.
—La señorita Lina Thompson —dice serio y profesional.
—¿Qué? — mi voz sale apenas en un susurro, mis piernas parecen que no responden, por lo que caigo en mi silla.
—¿Qué has dicho Gerald?
—Lo siento señor, de verdad, cuando nos dimos cuenta, era demasiado tarde. —Frunzo el ceño. Gerald nota mi confusión por lo que sigue hablando. —Cuando venía para acá, Evelyn me entregó este sobre para usted señor, y es de la señorita Lina. - Gerald me entrega el sobre y de inmediato lo abro.
«Gael, no sé por dónde empezar, lo siento, sé que en este momento debes estar odiándome, pero lo hice porque tenía que hacerlo, mi hermana me obligo, y yo no me pude negar, mi vida corría un gran riesgo, lo siento mucho de verdad»
Con amor Lina.
—Maldita traidora, las Thompson son unas traidoras — me levanto e inmediatamente recojo mis cosas. — Nos vamos a casa de los Thompson, Gerald.
—Sí señor, enseguida.
De camino a la Mansión Thompson, mi mente no deja de darle vueltas a las cosas, ¿Cómo es posible que haya sido tan estúpido? Y Lía también está involucrada, eso me duele muchísimo más de lo que hizo Lina y los millones que se llevó.
—Señor hemos llegado — cuando me voy a bajar, Gerald me detiene — ¿Quiere que lo acompañe?
—No Gerald, gracias, pero lo haré solo.
Cuando toco la puerta la misma Lucía Thompson, es la que me abre la puerta, por su cara me doy cuenta que ha estado llorando.
—¡Oh Gael!, pasa — sé que está sorprendida por mi visita. — Ven estamos en la sala.
Al llegar a la sala, Dariel llora amargamente, mientras sostiene una carta en sus manos.
—¿Qué pasa Dariel — él me mira con mucha vergüenza en su rostro, y no tiene porqué, él no me ha hecho nada, ni tiene la culpa.
—Hijo, créeme que lo siento mucho y te pagaré cada centavo que te ha quitado Lina, No debí confiar en ella, sabiendo lo que era, se que esto no arreglará nada, pero a nosotros también nos robó, algo de dinero. —abro mis ojos como platos.
—¿Algo Dariel? Desearía tener a esa niña malcriada darle una buenos golpes y después meterla presa, te ha quitado casi 100 millones de dólares. — dice Lucía muy enojada.
—A mi el dinero no me importa, y se que gracias a mi Li, tengo la empresa de Londres que va viento en popa, lo que me duele es que mi propia hija me haya robado.
—¿Li? ¡otra traidora! — siento dos pares de ojos viéndome fijamente.
—¿De qué hablas Gael? — le entregó la carta a Dariel para que la lea de una vez y se quite la venda de los ojos, pero en cuanto la lee empieza a negar con la cabeza.
—Esta es una calumnia, Gael no puedes creerle. — Lucía la lee y también niega
—Pues lo siento Dariel, pero a ella no la conozco. Y además Lina ya me había dicho cosas malas de Lía .
—¿Por eso dejaste el interés por ella? ¿Le creíste Lina, antes de hablar conmigo? — Dariel empieza a caminar de un lado para otro. En eso suena el timbre.
—Yo voy — digo, me giro para abrir la puerta, la verdad las preguntas de Dariel me han hecho sentir como un tonto, cuando la abro mi sorpresa, es muy grande. ¿Qué hace aquí?