Luego de horas y horas de navegar entre distintas páginas Omar dio con aquello que tanto buscaba. Él sabía que la seguridad informática de aquel régimen era una verdadera mierda, por lo tanto no le llevó demasiado tiempo acceder a los archivos secretos de los servicios de seguridad, vigilancia, comunicación y salud. Pensó que el dictador era un verdadero imbécil al dejar tan mal resguardada la información en una época donde obtener buenos datos era aún más importante que contar con buenas armas, pero para los fines que él perseguía esto lo beneficiaba. Le había costado mucho más acceder a los datos de una importante página de apuestas en línea que acceder a los datos secretos del gobierno, una ironía no tan extraña a su entender. Llevaba casi doce horas buceando en los interminables infor