Las indicaciones estaban dadas y Anwar no terminaba de procesar lo sensual que se veía la rubia en su uniforme de asalto. Los pantalones cargo se apretaban en sus glúteos y cintura. El chaleco antibalas le daba una aire peligroso que lo comenzaba a volver loco y ese arma que empuñaba la hacían lucir increíblemente ardiente. -Vaya Anwar. Diría que la calidad de tus estudiantes ha bajado pero esa Omega... - Massimo estaba devorando con sus ojos a la rubia y él se encontraba con un gran ánimo para romperle la cara. -Esperemos que la Omega dé el talle - ese era Carson, un pelirrojo de cabello sumamente corto. -No te preocupes. Lo hará - contestó él mientras terminaba de ajustar su chaleco al torso. -Lo veremos allá. Yo creo que va a salir corriendo asustada - el comentario del hombre hizo