La mirada de Derek reflejaba su preocupación por Liesel, tan importante era lo que ella quería decirle y no se atrevía, acaso le tenía miedo. —¿Estás bien? —preguntó tan pronto hizo la conexión —puedes decirme lo que sea Liesel no voy a molestarme. —Yo quiero… quiero… no puedo Derek, no puedo —Liesel se zafó de su abrazo y se alejó de él. —Oye, nada puede ser tan malo para no querer contarme, puedes confiar en mí. —Tengo miedo —respondió sincera. —No tienes por qué tenerlo, vamos cuéntame y verás cómo después de eso te sientes mejor. Liesel inhaló y exhaló un par de veces intentando calmarse. Estaba por dar un paso decisivo y que cambiaría su vida para siempre. —Yo… quiero intentarlo. —¿Qué? —no es que no la hubiera escuchado es que no se lo creía. Derek tardó dos segundos en rea