—¿Cómo es posible? —rugí— ¡Eso es imposible! —insistí. —Me llevó diez minutos o más llegar aquí y he estado esperando como quince minutos, ¡y nos fuimos a las tres! —razoné. Alex se rio con desprecio. —No, demonio de velocidad, te tomó cinco minutos llegar aquí y claramente has estado esperando dos minutos, lo que te sitúa siete minutos después de las tres —se burló Alex. —Mierda —reiteré. Calix estaba en un ataque de risa. —Tal vez debería asegurarme de que Chasity esté bien —sugerí, mirando a Alex en el espejo retrovisor. —¡Absolutamente no! —dijo él severamente, tal como yo esperaba. Suspiré. —No te atrevas a interrumpir su última clase del día —dijo—. Te verás loco como un novio acosador y eso reflejará mal en los tres como Alfas. —Él está loco —bromeó Calix. —Creo que Chasi