—Te ves radiante, Chasity. Solo quiero tomar algunas fotos —dijo, levantando la cámara. Chasity adoptó instantáneamente su expresión de ciervo atrapado en los faros al ver la cámara. —¿Qué tal algunas fotos espontáneas? —sugerí, esperando que se viera más relajada en esas, si estaba menos consciente de la cámara. —¿Alex te compró un vestido de terciopelo rojo? —preguntó Felix incrédulo, tomando la mano de Chasity y haciéndola girar. Ella rio. —Sí, ¿por qué es sorprendente? —preguntó Alex, molesto. —Pensé que le comprarías... una falda lápiz, una camisa blanca impecable y calcetines blancos —dijo Felix encogiéndose de hombros. —Ya sabes, un aspecto de sexy bibliotecaria. Alex rodó los ojos. —El terciopelo rojo es más... yo —dijo Felix, sonriendo—. De todos modos, me alegra que estés