Samara. Resulta que el lugar del cual Anthony hablaba, no era nada más y nada menos que… una cascada, puedo decir con seguridad que me he tomado como cien fotografías, este lugar parece sacado de la ficción, el agua parece cristalina, obvio no creo que supere al lago Stone, pero, es algo… similar. — Entonces, dices que tienes muchos secretos. — Así es, ¿crees que puedas escucharme sin salir corriendo y diciendo que viste el demonio en persona? Pregunta girando levemente su cabeza para mirarme, es que estamos parados uno al lado del otro, pero, mirando hacia la cascada, yo asiento con la cabeza. — Puedes decirme, sin miedo a que corra. Bromeo guiñándole un ojo, él sonríe y me hace una seña para que nos sentemos encima de unas rocas. Entonces, él hace lo que yo en realidad no espe