Kenner. Solo debo aguantar dos horas más para volver a enterrarme en ella, es difícil de creer para mí que, ella, haya podido satisfacerme de gran manera en forma momentánea, porque, lo admito, la deseaba bastante y cuando por fin pude tenerla, lejos de querer dejar el tema, quiero más, ¿qué es eso que te vuelve deseosa ante mí, Samara? Quizás la belleza natural que posee. Tú también, ¿qué pasó con eso de reclamar por acostarme con chicas que no sean mi luna? No te escuché quejándote como de costumbre. No sueles hacer caso a mis palabras, así que, ni modo. Kain… no intentes ocultarme información. Si te lo digo, terminarás haciendo lo contrario para arruinarlo, así que, no, gracias. Y ya que estas hablándome, muévete, que quedarte aquí como un estúpido, solo hará que la señorita piens