El mismo día Miami Alejandro –¿Estás celosa? No conocía esa parte tuya– le afirmo mientras acaricio su espalda con la yema de mis dedos. –Amor solo necesito que me contestes, ¿Puedes hacerlo? –Para tu tranquilidad no siento nada por Laura, aunque un tiempo quise tener algo más con ella, pero todo se tornó tan complicado porque es casada, por ese motivo nunca más quise enredarme con una mujer casada, ni si quiera para tener sexo, lo que menos quiero son problemas. –Te entiendo, una relación con una persona casada debe ser complicada– me afirma pensativa. –Amor nosotros no tenemos ese problema, porque somos libres, y sobre todo nos amamos, yo estoy loco por ti y quiero más, pero ahora tengo una duda que solo tú la puedes despejar– le explico mientras me pierdo en sus ojos verdes. –¡