El mismo día Miami Alejandro –Amor solo es una bella casualidad verte aquí, no te estoy acosando– le aseguro mientras acorto distancia. –¡¿Amor?! ¿Cuándo cambió cómo me llamas? –pregunta abriendo los ojos de asombro. –¡Amor! Eres mi amor, porque me tienes hechizado, embobado, preso de ti, ¿Quieres que siga? –le explico buscando su boca para besarla. Me adueño de sus labios mientras la pego a mí, besándola con todo lo que me grita mi corazón sin importar que estemos rodeados de gente, nuestras lenguas se entrelazan de una forma que me hace subir la temperatura, hasta que nos detenemos volviendo a nuestra realidad. –Alejandro estamos dando un espectáculo, será mejor irnos de aquí, ¿Te parece? –me explica separándose de mi un poco. –Amor ¿Qué tienes en mente? ¿Qué me estás proponiend