Narra Noah
Mi alarma suena desde la mesilla de noche y golpeo con una mano para detener la cosa antes de que mi cráneo se abra. Un momento de confusión llena mi mente antes de mirar a mi alrededor y recordar los acontecimientos de anoche.
—Elga…joder—los recuerdos de nuestro tiempo en mi oficina se filtran a través de mi cerebro, como si ni siquiera mi mente quisiera dejarla ir.
Recuerdo la forma en que se inclinó sobre el escritorio para recibirme, burlándose de mí después de toda esa charla en la cocina. Nunca imaginé que me gustaría ese descaro en el dormitorio, pero era todo lo que nunca supe que necesitaba. La flexibilidad de sus ágiles piernas mientras le metía el pene la forma perfecta de su culo, sus senos redondas lo suficientemente grandes como para llenar mi palma.
Gimiendo,
