Pandora Muller —¿Esperas a alguien? —Yo soy la primera en reaccionar, pero él se nota tan sorprendido como yo. —¿Pediste algún delivery? —No. No pedí nada. —Se levanta conmigo en brazos y me coloca en el piso. —Seguramente alguien se equivocó de piso. Espérame en el comedor, iré a ver quien es. Deja un beso corto en mi boca antes de caminar hasta la entrada. Yo hago lo mismo hacia el comedor, pero una voz que reconozco bien, me detiene a mitad de camino. —Hola, de nuevo, Norman. Disculpa que haya vuelto sin avisar, pero perdí mi arete, y vine a preguntarte si lo has visto por ahí. «¿Hola de nuevo? ¿Haya vuelto sin avisar? ¿Perdí mi arete?» miles de preguntas empiezan a rebotar en mi cabeza mientras un nudo se me forma en la garganta. ¿Qué significa esto? ¿Por qué esa mujer habla de es