Katia lo miraba, parecía tan dispuesto y diferente a lo que siempre veía de él que se atrevió a hablar, no sin temerle a su atrevimiento. —Quiero saber de mi familia, decirles que estoy bien… Él arqueó una ceja, suspirando, sabía que iba a pedir algo así y le había dicho que lo haría, entonces no podía echar pie atrás porque no era su estilo. Miró hacia su habitación y la condujo hasta allá, abriendo la puerta esperando a que ella pasara. Katia lo miró sorprendida recordando las palabras de Tyrell que nadie entraba a su cuarto, y ella lo había hecho pero en circunstancias que estaban lejos de esa y donde por supuesto no vio nada por el miedo. Al entrar, se quedó a un lado de la puerta observando todo ese cuarto de paredes blancas, muebles de color n***o y con cortinas y cubre cama col