Después de algunos 45 minutos, aquel hombre que había sido amable conmigo me llevó al centro de la ciudad.
Lo había encontrado en medio de la nada y se convirtió en un ángel por algunas horas. Llegamos al parque central, le dije —Déjeme aquí— Ya se qué hacer.
Aquel hombre se detuvo, ya no había tanta gente en el parque porque era muy tarde, sin embargo podía quedarme allí, el departamento de mi mejor amiga estaba cerca, tan solo tenía que cruzar la calle u entrar.
—¿Está segura de quedarse aquí? Prácticamente no hay muchas personas— Dijo el hombre al detenerse.
—No se preocupe. Ya estoy cerca de donde voy. En verdad le agradezco muchísimo— Dije al bajarme.
Y cómo no era tan mala agradecida, me acerqué desde afuera al lado del conductor, para al menos decirle —Gracias—
—De verdad le agradezco muchísimo, no se imagina cuanto, por favor anote su número en algún papel que tenga en su auto y déjemelo, le aseguro que le llamaré para pagarle sus 50 dólares—Dije agradecida.
—Está es mi tarjeta personal, llámeme cuando lo tenga. Ahora váyase, no es hora para que una mujer esté sola por aquí— Fue la respuesta de ese hombre.
Después de recibir aquella tarjeta, crucé la calle y entré al edificio que estaba Justo ahí. Aunque dudaba hacerlo no podía ir a otra parte, ahora estaba completamente sola y ella sería la única persona que podría ayudarme.
Toque algunas veces, no quería ser inoportuna, por lo que esperé un poco sentada al lado de la puerta, estaba segura que en algún momento abriría.
Mientras estaba sola allí tirada, pensé en lo derrotada que me sentía, dicen que no hay nada que duela tanto como ‘el amor’.
No sé qué tiempo había pasado, pero decidí cerrar mis ojos, hasta que escuché una voz que decía: -Esmeralda levanté de ahí-. Al abrir mis ojos lentamente y vi que era Tiara.
Me levanté con su ayuda, ella tomó mi maleta y entramos a su departamento.
—Perdóname por venir a esta hora—Dije mientras tomaba asiento en el sofá.
—¡No te preocupes! ¿Que es lo que sucede?, estoy muy preocupada, Williams estuvo llamándome sin control, ¿Vas a decirme que es lo qué pasa?— Preguntó angustiada.
—Ahora no puedo hablar, solo necesito descasar, cuando despierte hablamos— Respondí débil y sin ánimos de nada.
—¿Al menos dime si ya comiste algo?.
—No, no he comido nada pero no tengo hambre, y por cierto, si Williams te llama no le digas que estoy contigo.
—Está bien, te acompaño a la habitación, allí podrás dormir, espero que no esté todo tan mal— Tiara tomó mi maleta y me acompañó hasta la habitación que iba a prestarme.
Allí me acurruqué con una gran sabana, no quería estar más despierta, solo quería dormir y no pensar más en lo que me estaba sucediendo.
Al día siguiente.
Tiara había preparado un ligero desayuno antes de ir a trabajar, no llena de ánimos salí de la habitación aún con la ropa del día anterior.
—Buenos días— dije al tomar asiento en una silla de la mesa.
—Buenos días esmeralda, ¿Cómo dormiste?— Preguntó mientras servía un poco de café.
—¡Bien!— Respondí dudosa.
—Esmeralda ¿Vas a contarme lo que sucede por favor? Estoy muy preocupada, anoche no dormí pensando en ti.
—Resulta que mi esposo no es lo que esperaba, me hizo algo terrible— Respondí con lágrimas en mis ojos.
Antes de que Tiara respondiera, recibió una llamada, rápidamente contestó, —Hola— ella sintió nervios al escuchar la voz de quien le había llamado.
—Hola Williams—Dijo nuevamente, —Esmeralda no está conmigo, ¿Me quieres decir que está pasando?— Preguntó para disimular.
Williams colgó la llamada después de responder que ‘No pasaba nada’.
—Ahora si Esmeralda, ¿Dime que es lo qué pasa?— Preguntó con miedo.
—Williams intentó matarme, me llevó a una cena en una chalana e hizo que me parara al borde para una foto y luego caí al río, dure horas, y para no hacerte la historia tan larga, me practicaron un aborto a propósito.
—No lo puedo creer, Williams te ama, ¿Como pudo hacer eso?— Preguntó Tiara asombrada.
—Lo hizo porque tiene una amante y además está embarazada, prefirió al hijo de otra antes que el nuestro— Respondí con dolor.
—Esmeralda lo siento tanto, esto que me dices es horrible— Respondió mientras me abrazaba fuerte, realmente sintió un gran dolor en su corazón, somos amigas desde la primaria, prácticamente hemos estado juntas toda nuestra vida.
—Más lo siento yo, no sabes lo dolida que estoy, él quiere matarme, quiere hacerme desaparecer para quedarse con esa mujer y su hijo.
—No lo vamos a permitir, ahora mismo vamos a denunciarlo, no se saldrá con la suya.
—No Tiara, no tengo forma de probarlo. Para eso tengo que tener pruebas— Respondí frustrada.
—¡Oh maldita sea! No podemos permitir que se salga con la suya— Tiara respondió furiosa.
—Solo te pido que no le reclames nada, Williams no puede saber nada de mi, tengo que recuperarme de este duro golpe, te juro que no voy a permitir que la muerte de mi hijo se quede impune— Respondí aún más furiosa que ella.
—Esto es demasiado Esmeralda, trataré de contenerme pero ahora solo quiero matarlo con mis propias manos.
—Yo también quisieran hacerlo y te juro que me duele más que a ti todo esto.
—Lo se amiga, por favor dime si necesitas algo, ahora debo irme a trabajar, mi jefe es muy recto con el horario, así que debo irme, me distraía quedarme contigo.
—No te preocupes, estaré bien, ahora tomaré un baño— Respondí mientras la abrazaba y regresaba a mi habitación, unos segundos después escuché que la puerta se cerró.