Antonella está trabajando en el turno de la tarde y se encuentra muy preocupada debido a que desde hace dos días ella no ve a Jorge. Él se ha ausentado de la clínica y también del hogar. El día del sepelio ella recogió todas sus pertenencias y las empacó al igual que las pertenencias de su tía Eunice y lo llevó a la nueva habitación que logró conseguir por unos días, ya luego conseguiría algo mejor. Solo dejó en la mansión una maleta y decidió esperarlo para agradecerle y al mismo tiempo entregarle las llaves de su enorme casa. Como también para saber cómo iba hacer para lo del divorcio. Lo esperó, pero él nunca llegó. — ¡jefe! — llamó una enfermera auxiliar para atraer su atención— la paciente de la cama veintitrés desea verla un momento. La joven esposa tenía grandes ojeras que opaca