A la mañana siguiente Jorge descansado y ya listo para ir a trabajar y lo más importante listo para la conquista. Se apresuró a llegar a la clínica. Y cómo lo imaginó sus ojos negros devoraron aquella figura que le daba la espalda en esos momentos. — «Ahí está la mujer que me robaba la tranquilidad de mis sueños— sus ojos la analiza en la distancia – yo no la amo como dice mi madre. Claro que no, pero me gusta de una manera que no lo puedo negar» — pensó el hombre mientras se acercó a ella de manera silenciosa con la intención de asustarla y ella se giró para salir de la zona de enfermería y chocó con él, y este aprovechó para tomarla por la cintura y sintió cómo su cuerpo reaccionaba de manera inmediata. Se embriaga con el olor de la joven, su perfume es muy tenue. —¡Uy! Cuidado no te