Había pasado ya más de un año desde que Darcy saliera huyendo de la iglesia, su corazón pareció sanar lentamente durante este tiempo.
Y aunque Darcy pudo de nuevo sonreír, lo cierto es que no lo hizo por completo, ella aún pensaba en Erick y la forma en que rompieran su amor.
Y fruto de su amor y de aquella noche apasionada hubo un resultado, su embarazo. Aunque el Duque no la regañara por ese acontecimiento inesperado, si se había sentido decepcionado de ello, sin embargo un año después, él se había convertido en un gran abuelo, tenía en brazo a un hermoso niño, su nieto y lo amaba con todo el corazón.
Ya viendo lo que pasó en su vida, Darcy se dio cuenta que todo había ocurrido con un propósito, su manera en que terminó ella misma entrando a la propia casa de su Padre biológico, el de
