Alejandro se lamentó cuando vio a la chica salir despavorida de su oficina. Quiso salir detrás de ella, pero se contuvo ya que eso sólo levantaría rumores innecesarios y no quería que su trabajo se viera perturbado por asuntos personales. Tampoco quería que Valerie se sintiera incómoda. Alejandro se había quedado todo el día encerrado en su oficina, observando el sobre que aún descansaba sobre su escritorio, analizando cada detalle de lo sucedido. Había sido muy directo, pensó para sus adentros, rememorando el rostro pálido y asustado de la chica. Claramente le había brindado una experiencia única. Con esto se podría decir que estaban a manos, ya que así mismo se había sentido él cuando está llegó a su trabajo sin prestarle atención e ignorando la noche que ambos habían compartid