Alejandro llegó a la hora de siempre a su trabajo. Inmediatamente fue rodeado por algunos de sus empleados, ya que era el mejor momento para abordarlo sin que este estuviera atosigado de compromisos. Este respondió a las preguntas que le hacían y firmó los documentos que alcanzó a leer correctamente, luego los despidió a todos y ordenó que los documentos que faltaban por firmar fueran llevados a su oficina. Cuando salió del ascensor, la primera persona que vio fue a la pelinegra que se paseaba por su mente constante mente. Sus ojos la escanearon mientras se iba acercando. Ya había pasado una semana desde el incidente con Valerie. Este se había encargado de reducir el ritmo con el que iban trabajando, para que no sucediera lo mismo. Pero también se había dado a la tarea de actuar