—Quiero que me tomes, Benjamín. — Murmura de regreso tomando entre sus manos el rostro del alfa, de verdad no esperaba otra cosa ahora mismo, únicamente quería permanecer a su lado en un momento como este. — Si te detienes ahora, haré que te la pases realmente mal. — Aclara con una media sonrisa, el deseo en su cuerpo es tal, que, tomando la iniciativa, Lisa recorre el cuerpo del alfa sin ningún tipo de miedo, y es que ella quiere hacerlo sentir bien, tanto como él desea hacer lo mismo con ella. Y si bien Benjamín seguía sumergido en los estragos del celo, no podía darse el lujo de dejarlo ir. Benjamín es alentado por Lisa, quien ahora siente como el nerviosismo consume su cuerpo, y es que hasta ahora habita notado lo realmente imponente que era el alfa, desde la cabeza hasta la punta de