—Lamento mucho que te hayas sentido así, seguramente ha sido horrible, y aun que no me imagino como es morir, agradezco tus esfuerzos por cuidarme. — Lisa toma asiento en el piso, lo menos que espera es tener al gran animal sobre su regazo, y claro que solo su cabeza ocupa este espacio. Por lo tanto, sigue acariciando está notando como sus ojos se cierran. La noción del tiempo es algo de lo que no esta tan presente, quizás ha pasado una hora o quizás unos minutos, no sabe con seguridad, pero el olor a incensio de lavanda aún sigue presente. — ¿Por qué no tuve una familia en esta vida?
Es una pregunta que ha querido que alguien le conteste, ni siquiera pudo ser adoptada, muy en el fondo, Lisa se sentía como un bicho raro fuera de lugar, y aun que sus logros fueron fructíferos, estos no la
