Era curiosa toda esta situación, Lisa montaba sobre el lomo del lobo más grande que haya visto en toda su vida, era claro que se trataba de Benjamín, por eso no había entrado en pánico tras verlo en persona, era increíble como su pelaje era suave y terso, Y es que comparado con cualquier otro lobo terrestre era considerablemente más grande e imponente, lo que causaba curiosidad en ella, era saber si podría comprenderla del todo, y es claro que ella no podía hacerlo, o al menos en este mundo. Quizás en el otro si pueda, pero eso ya sería algo aún más raro, ahora que recuerda mejor, la noche que vio aquel majestuoso lobo de colores más claros, en comparación a Benjamín. Quizás tendría la oportunidad de ver a Steven y a los demás alfas, que los acompañan. —No sé si te lo dije, pero eres real