TESTIGO
ALAN
— …Pues nada, es que Eduardo tuvo que salir de emergencia por unos papeles de la universidad
— ¿En serio? Yo creí que andaban viendo algo referente a la boda — menciona Valeria
— Y así era, pero le llamaron para informarle que extraviaron sus documentos y los necesitan para no sé qué trámite y el pobre salió apresurado, de hecho hace rato vinimos por ellos, pero ni cuenta se dieron por lo apurado que estaba, y fuí a dejarlo al aeropuerto
— ¿Tan pronto? Pero sí ni siquiera había reservado el vuelo — dice Valeria logrando ponerla nerviosa
— Es que tuvo mucha suerte, manita, cuando llegó al aeropuerto, una persona se sintió mal y tuvieron que trasladarla al hospital, coincidió que era del mismo vuelo que él necesitaba y pues le tocó tomar su lugar, gracias a Dios todo se le acomodó, si Dios sabe porqué hace las cosas..
Fabi ya resolvió todo en una sola historia, yo ya estaba pensando en algo, aunque no tan bueno como lo que ella inventó.
— Qué suerte tuvo Eduardo — expreso
— Sí, la verdad que sí, y bueno, quedó en llamarme en cuanto llegara
— Cuando lo haga, me lo pasas para hablar con él
— Claro que sí, Vale, no te preocupes, él está bien…
Y ahora a ver qué se inventa para salir de ésta.
Bueno, mi cielo, vamos a cenar, el bebé y tú necesitan muchas vitaminas — le digo para cambiar el tema.
EDUARDO
La noche pasó y yo aquí encerrado sin poder hacer nada, el oficial me advirtió que vendría por mí para interrogarme y creo que ya viene, espero que todo se aclare pronto. Me hace sentarme en un silla en un pequeño cuarto, hay tres sillas más y una mesa se interpone, hay un gran espejo en una pared y supongo que me miran por el otro lado.
— Oficial, por favor, dígame que ésto es un error
— Quisiera, Eduardo, pero ahora menos que nunca puedo dejarte ir
— ¿A qué se refiere con eso? No lo entiendo
— Hemos recibido…
— Buenos días, oficial — Lo interrumpe Esteban
— Buenos días — el Oficial saluda incómodo
— ¿Qué hace interrogando a mi cliente sin mí? Si se puede saber
— Sólo estábamos platicando, ¿Verdad Eduardo?
— Sí, el Oficial me estaba diciendo que recibió algo, pero no terminó de decirme qué — explico
— Ya puede terminar de decir lo que iba a decirle a cliente — Dice Esteban logrando intimidar
— Tome asiento, por favor — indica el Oficial
— Gracias
— Como le decía, Eduardo, — noto que el Oficial cambia un poco su actitud hacia mí frente a Esteban, antes me parecía más amigable, quizá por el tiempo que llevamos de convivencia — hemos recibido a una testigo que nos comentó que usted siempre ha tenido ciertas actitudes extrañas con su hermana, mismas que denotan un comportamiento posesivo y antinatural entre hermanos, señal de que usted acosaba a la señora Valeria, al igual que un reporte de uno de los que fueron psiquiatras de su hermana, mismo que nos aseguró que cuando su hermana dejó de ingerir cierto medicamento que la mantenía dormida, usted llevó a su hermana con otro psiquiatra, ¿Acaso usted teme que su hermana lo delate?
— No, de ninguna manera, yo lo cambié porque no me pareció correcta su manera de tratarla
— Es demasiado extraño que en todos eso años su hermana visitó a más de diez profesionales de la salud mental y ninguno le agradó
— Así es, por eso estudié psiquiatría
— ¿Y me va a decir que el doctor Jiménez sí es de su agrado?
— Sí, él ya logrado mucho más que todos esos psiquiatras juntos y usted lo ha visto
— Oficial, creo que ya fue suficiente, quiero hablar a solas con mi cliente — interviene Esteban
— Con gusto, sólo acompáñeme un segundo afuera
— Bien…
¿Para qué querrá hablar con él a solas? ¿Y quién es la persona que sirvió como testigo? Ojalá que Esteban lo averigüe para desenmascararlo.
ESTEBAN
Muy convincente la acusación del Oficial y me pregunto quién será esa testigo que declaró contra Eduardo, tengo que contactarla, ya que sería una excelente aliada para mí.
— Sólo quería advertirle que su caso es bastante complicado y no creo que está vez logré ganarlo pese a su excelente reputación, así que prepárese porque su cliente será trasladado al reclusorio. — informa el Oficial
— Gracias por avisarme y no se preocupe, sé muy bien con quién estoy tratando.
Regreso con Eduardo y ahora tengo que hacer el sorprendido para que no sospeche.
— Eduardo, — le digo — no puedo creer nada de ésto, ni siquiera sabía lo de Valeria, ¿Qué fue lo que pasó? Sandy quiso explicarme, pero no logro comprender del todo, ¿Y por qué te acusan a ti que eres tan buen hermano? ¿Además, quién podrá ser ese testigo en tu contra?
— No lo sé, no sé quién pudo haber hecho esa declaración y respecto a Valeria, te lo contaré…
Lo escucho detenidamente, disfruto mucho saber su versión de los hechos y más aún que ni siquiera sospecharon de mí, conforme él relata, yo recuerdo todos esos excitantes momentos que viví con Valeria…
— No te preocupes, creo que es fácil averiguar quién hizo la declaró, sólo haz una lista de tus contactos en ese tiempo y yo me encargaré de lo demás — digo al terminar de escucharlo
— Bien, pues en ese tiempo tenía una novia, Karina, pero no creo que sea ella el testigo
— Ya la recuerdo, ¿Qué no estaban comprometidos?
— Sí, pero todo terminó
— ¿Bien o mal?
— Mal, pero aún así no creo que haya sido ella
— No podemos descartarla, algunas mujeres son muy vengativas.
Espero que mi nuevo aliado sí sea ella, me encantaría volver a ver a ese mujerón.
BRIANDA
Es hora de unas pocas travesuras, pero sólo para que Alan no se olvide de mí…