-Doctor debemos llamar a la policía, lo que le han hecho es horrible. Esta muchacha tiene un par de desgarros y su cuerpo está lleno de hematomas. Es una salvajada lo que esta pobre chica tuvo que haber vivido. -se lamentó la enfermera e hizo una mueca al percibir el olor que desprendía del cuerpo de Aline. -También creo que se ha orinado, tenemos que bañarla. Aline escuchó un gruñido que salió de la garganta del doctor y vio su puño cerrado encima de la cama. -La orina no es suya. -dijo por lo bajo viendo que el fuerte y repugnante hedor venía del cabello mojado de la chica. Aline pudo percibir la ira mal controlada en su tono, la indignación en su semblante. El hombre de cabellos negros y ojos verdes estaba furioso. -¡Vamos a llamar a la policía doctor, es el protocolo! -dijo la en