Saliendo del departamento, vio a los vecinos que asistían a como la echaban del edificio, y buscó en alguno de ellos ayudaba. -Por favor podría dejarme al menos pasar la noche en su casa, solo sería esta noche…-pidió a una anciana, pero la respuesta fue la puerta cerrándose en su cara. Aline miró a los otros vecinos, pero de todos obtuvo lo mismo. Puertas que se cerraban mientras ella caminaba por el largo pasillo. Caminó hasta abandonar el último lugar en donde vivió con su papá los pocos meses en los que tuvo una familia. Sin parar, sin mirar atrás ella continuó. Caminando por las calles sin rumbo, no había un lugar para ella y para su bebé. Estaban solas en el mundo, y ni un alma que pudiera ayudarlas. Aline vistió la sudadera que cargó todo el camino hasta el centro de la ciu