MAXIMILIAM DUPONT
El cuerpo de Megan es una jodida obra de arte, tanto así que apenas la lleno de mí y ella termina tendida sobre mi cuerpo, mi m*****o está de inmediato pidiendo más porque así la tenga desnuda en mi cama todo el día, sé que no será suficiente para compensar todo el tiempo que hemos perdido estando separados.
A este punto me enfoco en sus senos, esos dos montículos de carne tan grandes y sabrosos que me aguan la boca en cuestión de segundos pero Megan termina cansada pero sonriente pues me enfrenta con una sonrisa en sus labios.
—Quiero regresar a la habitación—gime, tocándome el torso.
Aprieto su nalga.
—Bien, vámonos porque tengo prisa por llegar.
Algo cansada se pone de pie buscando su ropa mientras yo arreglo la mía. La verdad no me interesa si alguien nos o
