MEGAN HOBBS
Dove está tan petrificada que solo se mueve cuando siente que su olla se desborda. Tomo aquello como una señal para poder marcharme así que tomo el whisky, salgo de la cocina pasando frente a Bryce y Max quienes se ponen de pie al verme caminar tan apresurada.
—¿Dónde vas? Creí que te quedarías a cenar—menciona el dueño de casa. —¿Qué haces bebiendo?
Me coloco mi abrigo de nuevo.
—Tengo mucho trabajo, en serio necesito ir a casa.
No levanto la mirada mientras me preparo porque siento su presencia cerca. Ya he arruinado muchas cosas, no quiero arruinarle también la cena después de que se pasó una semana completa encerrado en la casa por no querer verme así que hago lo mejor para todos tomando mis cosas y la botella de alcohol.
—Acabas de llegar—continúa Bryce. —Tienes
