- Ricardo, mi hija ha cumplido con su parte del matrimonio. Es hora de terminar con esta farsa y decidas entregarle el divorcio. Jessica merece ser libre y merece ser feliz, y eso no lo encontrará contigo. Ricardo se mantuvo sereno. Escuchó cada una de sus palabras, estaba claro que Francisco Montalvo no lo quería junto a Jessica y eso era una lástima. Indicó con su mano que tomara asiento, luego las junto y entre abriendo las comisuras de sus labios le dijo. - Permítame recordarle que fue primero Jessica quien se metió a mi vida. Si nos llegamos a casar, fue por ella al entrar en mi cama una noche cualquiera sin mi consentimiento. Ella sabía que yo estaba comprometido. - ¿Con una mujer que terminó siendo otra? - cuestionó de inmediato. - ni siquiera sabías quién era. Y si tanto la