Esta la verdad muy ebrio, pero sabe muy bien lo que está sucediendo, Adriana está a punto de irse y dejarlo, cuestión que lo hace actuar instintivamente, intentando detenerla, de forma inapropiada. Robert interviene: —Hermano es mejor que te tranquilices, y hables mañana que todo esté un poco más tranquilo, así no. Adriana no se piensa poner a discutir en este momento con él, pues sabe que está muy tomado, pero al intentar detenerla a la fuerza, lo abofetea y le dice: — ¡Que sea la primer y la última vez que me sostiene contra de mi voluntad! Esa bofetada de ella, hace que cualquier ebriedad pase, y quede con el sin sabor del error, Adriana termina yéndose, en compañía de Bibiana, Robert y los mellizos. Los niños van durmiendo, y Adriana echa un mar de lágrimas. Leonardo, se sient
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