- Hora de despertarse niña fea - escucho después de sentir el piso en mi cara, sigo reprochándome porque la deje entrar anoche. - La próxima vez ni te atenderé el teléfono, te dejaré afuera lamiéndote tus heridas sola, perra - estoy segura que tengo roja toda la frente debido al golpe, solo espero no me salga chichón, no quisiera asustar a mis bebés. - No lo harás, eres demasiado buena - sale del cuarto y yo la sigo después de rodar los ojos, tiene razón, no soy tan desalmada como para dejar a uno de mis hermanos mal. >> Ve a cambiarte, yo preparo el desayuno - automáticamente una sonrisa nace en mi rostro, si es de esta manera no me importa recibirla todos los días que necesite, Rachel cocina delicioso, en realidad aprendió porque una vez cuando ella estaba en la preparatoria, ma