Edan no quería, hacerle un nuevo desplante a Alma, él todavía se sentía culpable por como le habló esa misma mañana, por eso se fue rápido, tratando de controlarse, aunque por dentro, se sentía traicionado. Con el hecho de que ella contara lo de su contrato, sea como sea y sea a quien sea, él lo sintió como una violación a su confianza. Además, estaba su inapropiado acercamiento a ese hombre, ese simple Doctor, sobre todo eso, lo estaba enloqueciendo. Desde que Edan la conoció, pensó que ella era una joven honesta, inocente y amable. Ahora, no sabía qué creer de Alma. — ¡Edan, espera!. — Sintió a alguien que jalaba la manga de su chaqueta y volteó, todavía ceñudo. — Lo lamento tanto, no era mi intención que nadie se enterara, entiendo el acuerdo de confidencialidad y sé que fallé, pero