Se suponía que la señora Luz, la madre de Alma, estaría en el hospital por algunos días más, sin embargo, Alma no podía seguir a su lado por tanto tiempo. No cuando tenía a tres hermanos menores de edad solos en casa, sin la supervisión de un adulto, y aunque su hermana, Noemí, había prometido hacerse cargo, no podía dejar esa responsabilidad enteramente sobre sus hombros, ella era solo una adolescente. Por eso, Alma debía volver a casa y dejar a su madre en el hospital sola por esa noche. Al llegar a casa, el ambiente se sentía pesado y sombrío, sus hermanos veían televisión en la sala en silencio y el hecho de que Alma se sintiera tan cansada, no le ayudaba a subir los ánimos. Al parecer, el abandono de su padre, les había afectado a todos bastante. Gracias a Noemí, los más pequeños