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Isabel.
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Ya estaba todo listo, ya había firmado mí condena, ahora tenía que enfrentar la realidad, las consecuencias de mis decisiones, ¿por qué no escapé y me libré de todo esto? Quizás buscaría un trabajo de camarera o de vendedora, tenía algunos ahorros guardados, me hubieran servido por un tiempo, porque si hubiese huido papá me hubiera desheredado, quitado y cancelado las tarjetas bancarias, solo por no cumplir mí palabra, la hora de ser valiente pasó, pero para qué darle más vueltas al asunto si no tiene caso, no huí, me casé, es hora de asumir las consecuencias de mis actos. Ahora hay otro asunto que me tiene realmente preocupada, y son las palabras de Dániel, él quiere que sea su esposa con todas las de la ley, la pregunta que me atormenta es ¿cómo me voy a entregar a é
