Cristal ha dormido un rato que para ella es una eternidad despierta con pesadez y tristeza, Maria Paz entra jugueteando con una de sus muñecas, a la morena le duele la cabeza pero mira con ternura a su hija al tiempo que limpia sus lágrimas, la pequeña se acerca y abraza a su madre. -Mami no llores - le da un beso logrando que sonría - mi papá te dejo esto - saca del bolsillo de su vestido una carta - y esto - saca una rosa. -¿Como sabes que es de tu papá, si tú estabas conmigo? - se sienta en la cama y recibe las cosas. -Porque la dejo en mi recamara en nuestro lugar secreto - susurra - pero no te puedo decir cual es, porque es solo de papá y mío... léela mami - la morena abre la boca. -Bueno hija, espérame mientras la leo - su mirada se ilumina solo de ver su nombre escrito del puño