Narra Sabrina.
Salgo del departamento como puedo, agarró el celular y llamó a Román. Necesito hablar con alguien. Las lágrimas empiezan a salir, ¿cómo puede ser que Nicolás esté vivo? Después de todo lo que pase… no puedo creer en esa historia que se inventó, no sé que hacer.
–Sabrina, ¿cómo estás?
No pude contestar cuando largue un llanto.
–¿Dónde estás Sabrina? por favor decime donde estas.
Como pude, le dije dónde estoy.
–Estoy cerca de ahí, voy para allá.
Corto la llamada y dejo el celular en la cartera, necesito calmarme pero no puedo, ¿que voy a hacer? Después de tantos años, ¿por que mierda me hace esto?
Alguien interrumpe mis pensamientos, veo a Roman que me abraza y explotó en llanto.
–Me quiero morir.–Destrozada.
–No digas eso.–Acaricia mi espalda.
–No puedo más.
