Narra Rafael.
Mi mamá me mira sorprendida.
–¿Es una broma?
–No mamá, no es una broma.–Animado.–Me enamoré de esa mujer y no me quiero ir.
–¿Me lo dices en serio? ¿No te vas a ir?–Contenta. –Por favor Rafael, no me juegues una broma.
–Me voy a quedar mamá, se que te suena un disparate pero así va a ser.
–Es que hijo, nunca te vi tan enamorado, conocí alguna novia que tuviste pero… te veo tan contento.
–Es que mamá, es la mujer más perfecta que conocí, es hermosa y quede como un loco cuando la vi ayer.
–¿Y esa mujer? ¿Hablaste con ella?
–Si.–Sonrió.–Es complicado pero no me voy a rendir.
–Ay hijo, ten cuidado.
–Voy a estar bien mamá, ella vale la pena.
Es de noche y necesito a esa mujer conmigo, no regresó y nunca lo hara. ¿Que voy a hacer? La quiero y no se que voy a hacer
