Observo a Fernando vestirse mientras yo todavía sigo bajo las calientitas sabanas, todavía encontrándome entre dormida y entre despierta. Son las 4:30 a.m. Sí. A esta hora toca despertarse en Bogotá si quieres ir al gimnasio antes de ir al trabajo. En lo que va del año, Fer se tomó con calma las cosas, aprovechando que Gustavo le quitó el peso de ser el CEO de Café Bustamante, e iba al gimnasio de 6 a 7:30 a.m., o a veces incluso a las 9 a.m., y se encargaba de las cosas del trabajo en la tarde, delegando tareas entre los abogados senior de la firma —está tratando de no recargarse de trabajo, y solo asistir a las audiencias penales más importantes —, pero con la apertura de la sucursal, está teniendo que hacer malabares para que su tiempo le alcance entre el trabajo, el gimnasio y la f