Conrad Clarens cabalgó a Serum en el instante en que recibió la carta de su madre y al llegar a la mansión se sentía agotado.
Aunque sabía que su familia no bromearía con un asunto tan serio, se sentía como una gran broma.
El Duque Thomas Esslan estaba muerto.
Su primo, de apenas veinte años y a un par de meses de su boda, tuvo un accidente de cacería, su grupo se encontró con un gran oso pardo y para cuando lo derribaron Thomas tenía una herida de muerte.
El capitán de su guardia lo llevó a cuestas sobre el caballo y un caballero cabalgó al templo para pedir el elixir de la flor de la vida, esperaban encontrarse a medio camino y salvar su vida, pero fue demasiado tarde.
Conrad se dejó caer sobre el sillón, su tez estaba pálida, Thomas era su mejor amigo, tenían edades similares, crec
