Normalmente las personas se levantan implorando que sea un día tranquilo, y ese día Caleb había esperado que lo fuera, su falta de sueño le ponía de mal humor, y los sucesos que iban sucediendo en la mañana solo empeoraban su ánimo. Quiero decir son las 10 de la mañana, ni siquiera a pasado medio día, y ya tuvo que meditar sobre un asunto con una chica que él creía estaba en el extranjero, y ahora debía lidiar con sus padres y su exnovia. Las cosas solo iban de mal en peor. Antes de escuchar todo ese alboroto Caleb estaba en su oficina haciendo unas llamadas que le confirmarían o le negarían la llegada de esa chica, pero fue incapaz de llegar a una respuesta concreta, y justo cuando iba a llamar a la única persona que de seguro sabría la respuesta, escucho el alboroto al frente de su pu