La conmoción era evidente, mientras que algunos parecían sorprendidos, otros parecían enojados como los padres de Caleb, pero sin duda, Olivia era quien se sentía humillada. Por otro lado, el invitado que había llegado tarde, miraba la escena con asombro. Preguntándose muchas cosas, empezando por: ¿Qué hace Amelia aquí? ¿Por qué le llamo Amberlie? Y, ¿Esta ella en una relación con su primo? —Y si nos permiten, nos iremos ahora —Dice Caleb — ¿No es así, amor? Algo de lo que estaba seguro y jamás pondría en duda Caleb, es la lealtad de Amberlie, solo hay que ver como corrió hacia el creyendo que le pedía una copa para el brindis. Por lo que estaba completamente seguro es que ella no negaría tal hecho a pesar de ser una vil mentira. Y aunque todo esto le parecía un puto chiste a Ambe