Caleb entro a su oficina suspirando, el entendía que Amberlie se sintiera cansada por el día de ayer, especialmente porque la vio irse a las 4 de la mañana, pero nada le costaba mandar un simple mensaje avisando que no iría, o llegaría tarde, pero Caleb sabe muy bien que eso no pasara, aunque él se lo haya pedido. El día pasaba de manera lenta, los archivos con documentos entraban y salían de su oficina, al no estar Amberlie para corregirlos o echarles el visto bueno para que llegaran a él de ultimo su trabajo se había duplicado. Caleb definitivamente no recordaba lo que era estar sin una buena secretaria. —Supongo que te acostumbras rápido a vivir bien —Dejo salir Caleb en un suspiro. Intento volver a llamar a Amberlie, pero esta vez lo mando directo al buzón de voz, finalmente Caleb