Capítulo 6

1499 Words
El chofer, le abrió la puerta de la limusina, Mercedes Benz a Henry y a Jennifer, subieron a la limusina. Henry se quedó observando a Jennifer, sentada a su lado; miraba en dirección opuesta, como distraída, como di estuviera fuera de este mundo. Cómo la canción que se escuchaba en el fondo de Franco de Vita. Jennifer pensaba, lo rápido que había pasado todo y que al primer intento de la inseminación hubiese quedado embarazada y sin querer colocó las manos sobre su vientre. Por otro lado Henry, estaba muy emocionado. Colocó su mano en la barbilla, contemplado el rostro de aquella muchacha, bonita y hasta inocente. Quizo hablar con ella, pero se contuvo, por primera vez en su vida no estaba seguro de sus propias palabras. La noticia le había tomado desprevenido, pensando que la inseminación tomaría más tiempo para ver los resultados y la noticia del resultado era todavía más asombrante. Henry se sentía perplejo, aturdido y aquella sensación no era de su agrado para nada. Jennifer, sumergida en sus pensamientos y su cuerpo se fue hacia adelante, al detenerse la limusina delante de un gran porton de hierro. De repente, volvió su mirada hacia Henry que la seguía observando. —¿Aquí vives?. Preguntó sorprendida. —Si. Respondió Henry, con precaución deseando que dejara de estar inquieta o nerviosa y se sintiera cómoda. —Es grandísima.—dijo ella sorprendida . Henry le dió risa, pero se contuvo para no hacerla sentir mal. —Acabo de comprar la casa. Jennifer se quedó boquiabierta. —¿Has comprado esta inmensa casa, para que la compartamamos. —Es broma, quería ver tú cara de asombro —¡Ah okey!. Ella sonrió, apenada y bajó la mirada hacia su vientre. —Se, que es un gran cambio, la casa te va a fascinar y vas a estar muy cómoda y sobre todo muy bien cuidada. Yo estaré cerca por si sé te ofrece algo. Cuando la limusina Mercedes Benz, se detuvo Henry, salió de ella le abrió la puerta a Jennifer y le dijo: —Ven. Jennifer se quedó mirando la mano a Henry. Ella aún estaba schok por lo inusual de la situación. Nada tenía sentido. Se había imaginado ese mismo momento con aquel hombre, pero no sabía que iba a resultar ser tan auténtico, amable y comprensivo. Henry estaba haciendo todo lo posible para que ella se sintiese cómoda, pero la confundía que un hombre de su prestigio y posición se esforzara tanto para que se sintiera bien. No encajaba muy bien con todo aquel escenario de Jefe - Empleada. Tampoco se acoplaba a la idea de estar embarazada de él. Colocó su mano sobre la de él y sintió una extraña y aturdida sensación recorriéndole todo el cuerpo. Henry suspiró, l a mano de Jennifer era pequeña y estaba helada, la agarró con firmeza, ayudándole a salir de la limusina. Jennifer se dirigió a la casa y Henry de repente sintió una sensación de vacío. Apretó los puños y se dijo a sí mismo que estaba estresado y toda aquella situación era un hecho importante en su vida. Condujo a Jennifer al interior de la casa y cerró la puerta. Jennifer se detuvo en la sala, contemplando el altísimo techo y el buen gusto de toda la decoración y tragó grueso. Por primera vez, estaban solos, fue consciente de lo que implicaba la frase vivir con él. Eran sólo ellos dos; sin guardaespaldas, ni abogados ni doctores, sólo él y el bebé en su vientre. —¿Te gustaría hacer un pequeño recorrido por la casa?. Jennifer, lo miró, dándose cuenta por primera vez de lo cerca que estaba y lo guapo y alto que era. —¿Me la vas a enseñar tú?. —Si, por supuesto. Caminaron por la planta baja mientras le hablaba sobre la cocina, hecha con una madera de cerezo traida de Turquía, la piscina con una cascada de colores, el gimnasio con aparatos de última generación, una sala de cine que había que tenía capacidad para 150 personas y en el sótano había una sala de videojuegos. Había pensado que su asistente le enseñara la casa, pero al ver lo nerviosa que estaba, cambió de idea. Cuando llegaron a la amplia escalera que conducía a la primera planta, le ofreció su mano nuevamente y Jennifer, no dudó en aceptarla. La belleza de aquella casa la tenía fascinada, como él lo había dicho, y con la amabilidad del hombre del que había supuesto que era un hombre rico y caprichoso, pero un hombre rico sí que lo es. Nunca se hubiese imaginado que alguien podría tener todo aquel lujo a su disposición. —Este es mi habitación. Camino hacia unas puertas francesas y se detuvo para abrirlas. Jennifer, se quedó inmóvil . Henry dió media vuelta y abrió unas puertas francesas igual a la habitación de él. —Esta es tú habitación.. Jennifer, se encontró con un cuarto con una cama grande, todo blanco con detalles dorados, ventanas altas y grandes cubiertas con cortinas blancas y Flores doradas. Y en la mesa central estaba un arreglo de jazmín era una habitación muy hermosa y con un rico aroma que invadía toda la habitación. —Es muy grande y hermosa. Muchas gracias. Henry tosió y se apartó a un lado. —Hay algo más que te deseo enseñarte. Subieron otro tramo de escaleras y entraron a un salón y que tenía una vista espectacular. Jennifer, se quedó boca abierta, con vistas a los jardines bien cuidados e iluminados, en el medio se encontraba una cascada. Y se había concentrado en el jardín y no en el espacioso espacio que estaba acondicionado para una oficina, con un amplió escritorio, estantes con libros de diferentes temas, un computador con su impresora y demás. —¿Esto es para mí?. —Esta será tú oficina. —¿Te estás burlando de mí ?. —Claro que no me estoy burlando de ti. Aquí podrás estudiar y y hacer tús investigaciones y nadie te va a molestar. —¡No lo puedo creer!- susurró ella, con la mirada fija en los estantes llenos de libros. Henry,se quedó mirándola y vió el asombro en la expresión, de su rostro y con ellos la gratitud; y su corazón dio un vuelco. —Vamos a comer. Debes tener hambre. En silencio, la llevó al piso de abajo y Jennifer, vio a dos muchachas preparando la mesa. De pronto, se dió cuenta que si tenía hambre y Henry le ofreció una silla para que se acomodara antes de que una de las chicas empezara a servir una comida de 5 platos. Sirvieron un sopa de pollo, un arroz con vegetales, acompañado de un cordero asado y papas, de postres sirvieron una rica jalea de mangos, que estaba exquisita. Jennifer, permaneció en silencio mientras comía y sorprendida por la cantidad de comida, que podía comerse como díez personas. En ese momento Henry la saco de sus pensamientos —¿En qué estás pensando?— dijo en voz alta sin pararse a considerar la pregunta. Jennifer, lo miró a los ojos y le dijo —Son muchas cosas para asimilar. —Para asimilar ¿Qué?. Se mostró tan amable y tan interesado en conocer su respuesta, que no pudo quedarse en silencio. —Que en transcurso de un sólo día, tengo un nuevo lugar donde vivir, tener una cena exquisita y estar embarazada. Es como estar en un sueño mezclado con altos y bajos. Persona si soy tan sincera. Henry tomó su mano y la apretó con fuerza, viendo cómo daba un respingo de sorpresa. La miró fijamente. —No ni la más mínima idea de lo importante que es esto para mí; ni cuánto me están dando. Jennifer, es algo enorme, lo que me estás dando. Me vas a dar un hijo y te mereces todo lo que pueda ofrecerte. Jennifer observó la intensa mirada de su mirada y la emoción que había en ellos. Y entendió que debía dejar de preocuparse. Todo iba a salir bien. Tenía que tomárselo con calma y pasar el menos tiempo posible en su compañía. Porque, bajo aquel fuerte agarre, le temblaba la mano, y su tacto la hacía estremecer. No sabía si era porque estaban solos o porque habían creado un lazo afectivo durante las últimas horas, o tal vez se debía a que no había estado con ningún hombre en cuatro años, pero se sentía enormemente atraída por él. Y quería dejar de sentirse así, porque aquello era un negocio,un contrato, dónde no tenías cabida el sexo y mucho menos el amor. Por lo que movió su mano bajo la suya, y él lo entendió y la soltó, devolviendo su atención al plato, mientras Jennifer acababa la jalea de mangos, intentando ocultar que se sentía extremadamente atraída por aquel apuesto hombre que estaba sentado junto a ella y cuyo hijo, en ese momento, se estaba alimentando de ella y creciendo a cada segundo.......
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